La escritura del vidente
En el día triste de nuestro ayuno
Cuando la oración buscaba una respuesta
Que redime con sal y acaso salva
El fuego volvió
Vasos de oprobio
Lenguas que maquinan inútil muerte
En la planicie volcánica y en el llano
Donde gozó la luz y el deseo creció
La órbita única abandona el aire
La mano multiplica ejércitos
La mano alza inaccesible destrucción
Ninguna ley permite tanta desolada
Ruinosa consumida adversidad
Solo un árbol vital
El que exige la ciega espada
Contra el mensaje bárbaro
Los espíritus del pájaro
Los labios libres
Que purifican la boca.
En el día triste de nuestro ayuno
Cuando la oración buscaba una respuesta
Que redime con sal y acaso salva
El fuego volvió
Vasos de oprobio
Lenguas que maquinan inútil muerte
En la planicie volcánica y en el llano
Donde gozó la luz y el deseo creció
La órbita única abandona el aire
La mano multiplica ejércitos
La mano alza inaccesible destrucción
Ninguna ley permite tanta desolada
Ruinosa consumida adversidad
Solo un árbol vital
El que exige la ciega espada
Contra el mensaje bárbaro
Los espíritus del pájaro
Los labios libres
Que purifican la boca.
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