Pliegos del Condestable. Soneto de Lope de Valdeón que dirige a su hermosa enamorada, al haberla olvidado por inexorable paso del tiempo. (1649) Amor, ayer, tu cuerpo fuera templo, ira dormida, ingrávida natura, gracia del aire alegre, en tu pura y encarnada beldad no fría, templo la cuerda del dolor, belleza en ruinas, largo lamento, cárcel es la herida de tu mirar funesto, dabas vida a mecánica flor, dulces espinas de rosas, sin su olor, alma marchita; recoge tú, calor de lumbre, frío lecho de unión, y el tiempo te permita olvidar este ahora, destrozado por tu belleza ayer haber escrito, recordando hoy pasiones, sosegado.
La realidad era solo el espejo