Ir al contenido principal
Pliegos del Condestable.
Soneto de Lope de Valdeón que dirige a su hermosa enamorada, al haberla olvidado por inexorable paso del tiempo.
(1649)

Amor, ayer, tu cuerpo fuera templo,
ira dormida, ingrávida natura,
gracia del aire alegre, en tu pura
y encarnada beldad no fría, templo
la cuerda del dolor, belleza en ruinas,
largo lamento, cárcel es la herida

de tu mirar funesto, dabas vida
a mecánica flor, dulces espinas
de rosas, sin su olor, alma marchita;
recoge tú, calor de lumbre, frío
lecho de unión, y el tiempo te permita
olvidar este ahora, destrozado

por tu belleza ayer haber escrito,
recordando hoy pasiones, sosegado.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Y ahora ya eres dueño del Puente de Brooklyn. (1980) Luis García Montero.

Desde Brooklyn la noche te margina. Abajo de tus pies se  escinde la ciudad en dos inmensos muslos, y cada esquina  espera que le llegue el orgasmo. Estás ausente. Pero todo discurre como si no tomaras los ojos de un viejo  espiando el último reducto de los parques a oscuras. Acechas amantes, y te amanece el cuerpo (sonámbulo casi). Y es que acaso en este punto sepas lo que eres, y tus manos contemplen aquello que prohibiste de ti mismo. Tímidamente amigo de la muerte. ¡Aquel amanecer desde el Puente de Brooklyn!

Góngora y el 27.

--> Luis de Góngora y la influencia en el 27. Joaquín Fabrellas Jiménez En las Soledades , el protagonista nos presenta un mundo artificial, como decía Salinas, el poeta revive la realidad, dotándola de nuevos matices y significados. En efecto, la obra de Góngora es una tabla, un decorado. Parte del vacío y prolifera en un mundo abigarrado, hacinado. Nadie se sorprende de ver al viajero. Todos los personajes que aparecen en el poema se muestran al náufrago como personajes de tapiz, a punto de ser pintados; lo que ven los ojos del náufrago es lo que escribe Góngora. La obra tiene espíritu discursivo. Y crítico. La obra de Góngora propone un modelo de conducta ante la sociedad. El náufrago, como el propio poeta, ha conocido los secretos de la Corte y la vida en la gran ciudad. Ambos conocen las presiones, los servilismos, las briegas a las que se debían hacer frente para pertenecer a esa oligarquía basada en el nacimiento afortunado y en la manutención y disfrute

La pintura de José Fernández Ríos. Joaquín Fabrellas

Tres son los pilares sobre los que se construye la obra del pintor José Fernández Ríos: un elemento neobarroco, un componente hiperrealista y el paisaje como símbolo de resistencia. La obra de Fernández Ríos es extensa, comenzó hace más de treinta años y siempre ha tenido como telón de fondo, al igual que otras manifestaciones artísticas, la ironía, el distanciamiento, provocado por la desastrosa realidad enajenadora de la sociedad actual. Ante tanta insensibilidad aparece la risa forzada que pretende cuestionar todos los valores de esta sociedad construida en unos principios demasiado efímeros, pero que todos parecen aceptar tácitamente sin oponer una resistenciaclara. Como una masa bien adoctrinada a la que le ha sido marcado el camino que hay que seguir. Phantasmata era la expresión utilizada por Platón para definir a todos aquellos que, liberados de las cadenas, salían a la luz, a la verdad y eran cegados por la luz auténtica. Actualmente, la población civil anda por los mismos