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Mostrando entradas de febrero, 2016
Cantiga de la Plaza Grande                                                                                                           Para Juan Cruz, Sergio Franco, Yolanda Ortiz, Ángel Rodríguez                                                              y Judit Dato. Aquí viven los cantos del esclavo que espera ver los astros sin nombre acabar con el hambre. Aquí, pétalo y sombra, de alimaña vestida, la ceniza del alba con su piel de cadáver. Aquí, las hornacinas donde plantan las noches al raso su simiente, sus andamios al aire. Aquí, la matemática, los canteros, los pórticos, los lobos que te siguen, en sus babas la sangre. Se desploma una graja por el acantilado y alguien labra tus vértigos con escombros de imágenes. El cielo sigue en obras: parece, amaneciendo, su luz la de una huida, la flor de esta catástrofe. Del pretérito vuelve una rueda infinita: este són entre sueños cuyos radios se parten.                                                           

Celebrar el vacío.

Imagen de Pepo Herrera. Sevilla. Barriada de Las Tres Mil. Recogido de Betisweb. Para celebrar algo es necesario haber hecho algo sobresaliente. Celebrar la nada por no haber conseguido tus retos es ridículo y demagógico. Celebrar el vacío, recordar que no hay objetivos sino que interesa mantener ese estado de sitio que solo beneficia a los de arriba o los que sostienen un poder muy bien trenzado desde las instituciones, que ejercen además su poder como un verdadero cacique a cambio de pequeñas prebendas: el dinero que se le cae a Europa de las manos. Querer hablar de una región como Andalucía y decir que está a la vanguardia es mentir, porque basar el desarrollo económico de una zona anclados tan solo o principalmente en el sector primario, en el desarrollo de una agricultura que nunca despega o que depende de ayudas europeas en un mundo tan sensible como el cultivo de la tierra y la amenaza de un cambio climático patrocinado por nuestros políticos en otras esferas y con

Aullando con la fiebre del combate.

Aullando con la fiebre del combate 30 rubaiyat Azad Daulati Colección Torre de Gálata n. 15 Ed. Árbol de Poe Málaga 2015 Los autores nos proponen un sutil juego de resonancias. Una caja con música que juega con la autoría de estos poemarios, este volumen de rubaiyat es el tercero y último, un juego  que hunde sus raíces en los mentideros literarios que iniciara Cide Hamete Benengeli y un tal Cervantes, una tradición que indicaba que la autoría en realidad es una patraña, un juego de voces, una acusada heteronimia que practicaron modernamente Pessoa, Álvaro de Campos o un acertado Juan de Mairena que le pasaba los apuntes a Machado. Como todos saben Daulati existe en su poesía, eso es lo importante, lo demás es el negativo de la palabra, poco más: que fuese un heterónimo de Omar Jayyan, que fuese persa, que habitase el siglo X o el XI , que escribiese rubaiyat es secundario. El rubaiyat es esa forma tan noble de versificar que utiliza una estrofa de cuatro versos, que adem
Ases de la manga ¿Cuándo debe callarse un político? ¿Cuándo debe callarse un cantante famoso?¿ Cómo debe comportarse un actor de cine conocido en el mundo entero? La elegancia en el hablar ha quedado también desfasada, aprender a hablar es esencialmente saber callarse, eso es la elegancia, saber comportarse en público porque se ha escuchado al que te habla y se opina o se actúa en silencio, sin más. Pero ha llegado el momento en los que escuchar al otro es una pérdida de tiempo, hablamos mal, hablamos siempre sin callarnos, sin importar lo que diga alguien más, en estos tiempos de la imagen solo nos importa nuestro reflejo en el espejo y el interlocutor o es un aumentador de nuestra imagen o no nos interesa, no nos interesa su discurso principalmente porque no se parece al nuestro, y hablar con los amigos ayuda a conformar nuestro ideario porque el lenguaje surge vivo y se contornea por las palabras posicionándonos en nuestras convicciones o moviéndolas hacia otro lado. Lenguaj