Cocaína & caviar
Formáis
ahora un triángulo perfecto,
adentro un
blanco polvo,
abre tu
cuerpo al espectáculo de la noche,
donde
guardas los gritos más secretos:
una
plastificada imagen en el espejo
y el odio
que venden como producto.
Ahora te miras
sin saber qué ves,
sombra sola,
antiguo cuerpo traslúcido,
el reflejo
salvaje consumiendo
las
exequias de tu pureza, sangre
amarga
diluye tu tiempo de sol,
abre los rojos
labios a la cámara,
recoge tú
su mentira
(solo el
mundo te miente),
mientras adoras
el canto de urraca,
y maldices
tu nombre.
Entonces, a
una distancia marítima,
vulgares lagos
de plástico,
un aire
glacial, la nieve
consumida
por el frío,
baja hasta
el agua donde
crían
pacientes y a poco precio
el fruto
del semen del Caspio fértil,
negra semilla encondida en el vientre,
(tu vientre
no alberga nada),
para este
tiempo es su vacío en dosis,
veloz hacia
su nada,
escrito
está en tu jersey tu gesto,
bella
consumidora de tu espanto,
musa del
brillo,
desayuna
cocaína, come caviar,
cómprate un
can del tamaño del mundo
para que
coma paciente
[todo tu
desengaño].
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