Manuel Lombardo Duro es poeta, con todo lo que eso conlleva. Como José Nieto, es uno de esos autores que se empeñaron en ser poeta en esta tierra. Una muestra de valentía. Lombardo no es un poeta más, es el poeta por antonomasia: lúcido, irónico, inteligentísimo escritor y conversador. Un gran poeta olvidado en los cánones poéticos que se hacen más allá de Despeñaperros.
De Oración Vacía, en CARNE DE LETRA.
Tal vez mis poemas
no sean más que restos,
sustituciones vanas
de aquel dios, aquella madre, aquel cielo
que yo perdí de golpe,
residuos de oraciones musitadas
en la fría soledad
del más claro silencio.
De Oración Vacía, en CARNE DE LETRA.
Tal vez mis poemas
no sean más que restos,
sustituciones vanas
de aquel dios, aquella madre, aquel cielo
que yo perdí de golpe,
residuos de oraciones musitadas
en la fría soledad
del más claro silencio.
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